La inicial estructuración de lo que iban a ser los Colegios Médicos de España se encuentra en el Reglamento aprobado por Carlos IV, en cédula de 3 de diciembre de 1875, por lo que se obligaba a incorporarse al mismo a todos los médicos que ejerciesen en Madrid y Reales Sitios, aunque en el año 1937 se vuelve a autorizar el ejercicio profesional de la medicina sin previa colegiación.

Sin embargo, y tras diversos avatares, en 1894 se fundan en España varios Colegios de Médicos, entre ellos el de A Coruña. De todos modos, la creación de los Colegios Médicos, la definitiva institución de una organización colegial, tuvo lugar en el año 1898, por Real Decreto de 12 de abril, tal como se recoge en el número 105 de la «Gaceta de Madrid», es decir el B.O.E..

En dicho Decreto se hacen constar los estatutos para el régimen de los Colegios Médicos, estableciéndose, en su artículo tercero, la obligatoriedad de la colegiación para el ejercicio de la medicina.

Las cuotas de inscripción en cada Colegio, durante el primer año de su creación, serán de 10, 7’50 y 5 pesetas, según la categoría de los diferentes Colegios Médicos.

Conocemos también que en 1990 se aprobaron las solicitudes de creación de Colegios Médicos en Ferrol y Vigo; en 1901 se autorizó el de Santiago de Compostela y en ese mismo año fueron desestimadas las solicitudes hechas por Pontedeume y Ortigueira.

En el salón de sesiones del Ayuntamiento de Lugo, el día 21 de agosto de 1899, quedó constituido el Colegio oficial de Médicos de la provincia de Lugo y se nombra su primera junta directiva, presidida por Francisco García Neira, y de la que forman parte como vocales Serafín Sal Otero, Eduardo Castro Valiña, Pedro Gasalla, Gonzalo Moure y José Almoina Vigal como secretario, todos ellos médicos de gran prestigio en la capital.

En el citado día, del 21 de agosto de 1899, el secretario, Almoina Vigal, y el vocal Castro Valiña, ponen a disposición del Colegio el bajo de la casa número 25 de la calle San Marcos, en la que dichos médicos tenían establecido un Instituto de Vacunación. Este ofrecimiento fue aceptado, y el Colegio de Médicos de Lugo se instaló por tanto de prestado en dicho bajo.

Contaba entonces el Colegio con 24 colegiados de los cien médicos que ejercían en la provincia, no obstante ser obligatoria la colegiación por Real Decreto de 12 de abril de 1898. Los ingresos del Colegio eran por entonces de 60 pesetas al año, cifra que indica por sí sola la vida estrecha de esta corporación.

No obstante, disposiciones posteriores del Ministerio de la gobernación y de la dirección General de Sanidad exigen a todos los médicos españoles, bajo penas severísimas, el cumplimiento de la colegiación obligatoria, lo que dio lugar a que el número de colegiados se elevara en aquel entonces a 72 en esta provincia.

Desde enero de 1902 a marzo de 1915 hay una gran laguna en la vida del Colegio de Médicos de Lugo, censado toda actividad, incluso la celebración de juntas generales y de directivas. Sin embargo en 1915 es nombrado presidente del Colegio José María Zubiri, quien desempeñará la presidencia hasta el mes de mayo de 1917 en que fue sustituido en dicho cargo por Serafín Sal Otero, aunque la falta de recursos del Colegio no permitía muchos alardes en lo que a su actividad se refiere.

En el año 1918, el Colegio de Médicos de Lugo toma en arriendo el bajo de la casa número 12 de la Calle del Castillo (actualmente Campo Castelo) en la cantidad de 25 pesetas mensuales, acordando la directiva «amueblarlo en forma modesta y económica», según figura en el acta correspondiente.

Según el discurso pronunciado por el Dr. José Lomas el 11 de octubre de 1951, al cumplirse el primer año del edificio propio de los médicos de Lugo, la sede instalada en la Calle del Castillo contaba con una docena de bancos de madera de pino, del modelo empleado en las secciones del Catecismo de las iglesias parroquiales; una mesa y seis sillas completaban el modesto mobiliario, mientras que el personal se concentraba en un conserje-escribiente con el haber mensual de 15 pesetas.

En el año 1919 la cuota colegial de seis pesetas anuales se elevó a doce, y en 1924 se implanta el impreso para certificados médicos, lo cual permitirá mejorar la angustiosa situación económica que se venía arrastrando.

Durante la Dictadura de Primo de Rivera se elaboran, en 1925, unos Estatutos de Colegios Médicos, que ofrecen como novedad la constitución de regiones médicas. En este caso, el Colegio de Lugo queda adscrito a la séptima región, en unión de los Colegios de Médicos de Asturias, A Coruña, León, Ourense y Pontevedra.

Estas regiones médicas quedarían anuladas con la implantación del Estatuto Médico de 1930. Al finalizar la Guerra Civil, en 1940, se dicta una orden mediante la cual se hace obligatoria la pertenencia a los colegios Médicos para poder ejercer la medicina, norma que ha seguido hasta nuestros días.

El primer reglamento del Colegio Oficial de Médicos de la provincia de Lugo del que se tiene constancia documental está impreso en el año 1935. Fue aprobado en la Junta General celebrada el 24 de mayo de 1930, siendo Presidente D. José Lomas y Secretario D. Casto González.

Aprobado por el Consejo Gral. De Médicos el 8 de julio de 1930, siendo Presidente de la Organización Médica Colegial J. Pérez Mateos.

En el año 1929 es elegido presidente del Colegio de Médicos José Lomas Díaz. En aquel entonces el colegio se encontraba ubicado en el primer piso de la casa número 18 de la calle del Doctor Castro, aunque poco después se trasladaría a la casa número 2 de la calle del Buen Jesús, en la buhardilla del mismo, y que sería el último local tenido en arriendo por el Colegio hasta poseer instalaciones propias.

En mayo de 1930, cuando el Colegio contaba con un capital efectivo que no llegaba a las ocho mil pesetas, se compra el solar en el que está construido el actual edificio, solar que contaba en aquel entonces con 12 metros de ancho por 60 de fondo. Se adquiere dicho solar en la cantidad de 12.000 pesetas que, una vez pagadas, agotaron todas las reservas económicas del Colegio y aún supusieron la entrega de algunas cantidades a mayores con el fin de completar dicha cantidad.

Tuvieron que pasar cinco años para que por fin, en la sesión de la junta directiva del Colegio del 3 de septiembre de 1935, el doctor Lomas de cuenta a sus compañeros de la junta de que el estado económico del Colegio permitía ir a la construcción de un edificio social.

Según el tesorero del Colegio en aquel entonces, el Dr. Ricardo López Pardo, el capital efectivo del Colegio en aquel entonces ascendía a la cantidad de 90.000 pesetas.

En enero de 1936, después del correspondiente concurso, se adjudican las obras a un contratista de la capital. Sin embargo, la Guerra Civil española y los posteriores fallecimientos del contratista y el arquitecto paralizan durante unos años las obras emprendidas.

En 1940 se encargó la continuación de las obras a un nuevo contratista que renuncia a su compromiso después de haber recibido 59.092’50 pesetas por las ejecutadas. Por fin, tras nuevas gestiones y nuevo contrato de 200.000 pesetas, se logra la finalización de las obras, inaugurándose la primera sede colegial propia el 11 de octubre de 1950, un chalé de moderna construcción y que contaba, en aquel entonces, con planta baja, que acogía los despachos del presidente y del secretario, sala de juntas, biblioteca y oficinas administrativas.

En la planta primera figuraba el salón de actos mientras que la planta alta estaba destinada a la vivienda del conserje y al archivo.

El acto inaugural de la nueva sede colegial contó con la presencia del obispo de Lugo, Rafael Balanzá y Navarro, que bendijo las instalaciones. Tras ello, pronunció el discurso inaugural el presidente del Colegio, José Lomas Díaz, que fue seguido de una conferencia magistral del Dr. Manuel Bermejillo Martínez, catedrático de la Facultad de Medicina de Madrid, quien disertó sobre «Realidades presentes y posibilidades futuras de la Previsión en las profesiones sanitarias».

Tras ello se procedió a la lectura y entrega a la jerarquía colegial de las conclusiones aprobadas en la Asamblea Regional de Colegios Médicos para terminar los actos con un vino de honor.

En 1966, tras el acuerdo del Colegio de Médicos de Lugo con los Colegios de Veterinarios y de Farmacéuticos para derruir el edificio inaugurado en 1950 y construir en su solar el actual edificio que acoge a los tres Colegios, el Colegio de Médicos de Lugo se traslada, de forma provisional en tanto duran las obras del nuevo edificio, a la calle General Mola (la actual Rúa Castelao), concretamente al número 23 de la citada calle.

Allí permaneció hasta mayo de 1974 en que, una vez finalizadas las obras del nuevo edificio, pasó a ocupar la primera planta del mismo.

El edificio sería inaugurado al año siguiente por el entonces Ministro de Gobernación, José García Hernández, quien precisamente en los años cuarenta había sido gobernador civil de Lugo.